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Entrenamiento de primerizas para máquinas de alimentación con mínimo trabajo

Lo que les cuesta más a las cerdas es aprender a abrir puertas. Aquí exponemos una forma fácil y práctica para conseguirlo.

En las granjas que funcionan con máquinas de alimentación electrónica, es muy importante que las primerizas pierdan el miedo a los aparatos y que aprendan todo su funcionamiento antes de que pasen a la zona de cubrición y a la de gestación en grupo. No es bueno que las cerdas gestantes se estresen porque no saben cómo llegar a la comida y que ese estrés se añada al hecho de que han sido mezcladas, etc.

Las primerizas que han tenido un buen entrenamiento con las máquinas son capaces de recordar cómo funcionan los mecanismos una vez se las mete en los parques cuando la gestación se ha confirmado.

También es importante que el entrenamiento lo hagan los propios animales y que prácticamente el 100% de las primerizas aprendan a pasar por las máquinas con el mínimo trabajo del personal.

Lo que a las cerdas les cuesta más es aprender a mover las puertas, especialmente si son sólidas y no ven que hay al otro lado. Lo que ayuda es que son animales muy curiosos y que llegar a la comida es siempre un estímulo.

En nuestra explotación trabajamos con máquinas que tienen una puerta con barras horizontales en la entrada y en la salida hay dos puertas sólidas, la primera de una hoja y la segunda de dos (foto 1).

Foto 1. Puertas de salida de la estación de alimentación.
Foto 1. Puertas de salida de la estación de alimentación.

En la zona donde recibimos las primerizas lo que hicimos fue comunicar dos corrales y hacer dos aperturas. En una de las aperturas colocamos la primera puerta de barras horizontales y en la apertura del fondo colocamos la carcasa de la estación con las dos puertas sólidas de salida (foto 2). Se podría poner una estación completa pero lo que los animales deben aprender es a abrir las puertas para llegar al alimento.

Foto 2. Corral para entrenar a las primerizas para entrar y salir de la estación de alimentación. El lado A sólo tiene bebederos y en el B está el comedero. Para animar a que las cerdas pasen de un lado a otro, el pienso se coloca de un lado (B) y en el lado A sólo hay bebederos.
Foto 2. Corral para entrenar a las primerizas para entrar y salir de la estación de alimentación. El lado A sólo tiene bebederos y en el B está el comedero. Para animar a que las cerdas pasen de un lado a otro, el pienso se coloca de un lado (B) y en el lado A sólo hay bebederos.

La puerta de barras la aprenden a abrir muy fácil (video). Para facilitar que aprendan a abrir las puertas sólidas, lo que se hace al principio es atar las puertas para que quede un poco entreabiertas (foto 3). El hecho de que las puertas queden algo entreabiertas y que el animal vea al otro lado también ayuda si las primeras veces alguna cerda se pone nerviosa.

Foto 3. Al inicio del entrenamiento se dejan las puertas sólidas ligeramente entreabiertas.
Foto 3. Al inicio del entrenamiento se dejan las puertas sólidas ligeramente entreabiertas.

Las cerdas se ponen en estos corrales con unos 7,5 meses.

Para asegurar que todas las cerdas saben usar las puertas sólidas, se cierran todas las cerdas en la zona A (donde está el agua) y se bloquea la puerta de barras. Para llegar al alimento, las cerdas deben pasar a la zona B por las puertas sólidas. El personal sólo las pasa al corral A y controla que ninguna cerda quede en esa zona. En 4-5 días todas las cerdas saben pasar por las puertas. Unos animales imitan a otros y si alguna queda en el corral A el personal la ayuda a pasar.

Al cabo de esos 4-5 días se sueltan completamente las puertas sólidas para que funcionen igual que en la estación y se desbloquea la puerta de barras. En los siguientes 10 días los animales consolidan lo que han aprendido.

Pasados 15 días en este corral y cuando las primerizas saben pasar sin problemas, se trasladan a un corral con una estación idéntica a la que se encontrarán más adelante. Aquí están hasta que pasan a la zona de jaulas para que se acostumbren a ellas antes de la cubrición.

El único trabajo del personal es mover las cerdas al lado A del corral los primeros 4 días y verificar que ninguna se queda sin pasar al lado del pienso más de 48 horas y, si fuera el caso, ayudarla. El resto del trabajo lo hacen los animales solos.

La tasa de primerizas que no se adaptan al sistema de alimentación electrónica en nuestra granja es inferior al 2% con un manejo mínimo por parte del personal.

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